Fallo del servidor: causas y posibles perjuicios
Hace solo unas décadas, ninguna empresa tenía servidores. Ni siquiera usaron los de terceros. De hecho, en el mundo empresarial apenas se conocían las funciones de los servidores, ni se entendía lo que podían aportar a un negocio. Así que nadie estaba preocupado por los servidores caídos.
Sin embargo, con la popularización de las redes e Internet, las cosas han cambiado. Los servidores se han convertido en parte de la vida de muchas empresas y se han hecho cargo de algunas tareas clave para que sigan funcionando día a día.
Ahora, como puedes imaginar, en este mundo en el que vivimos, siempre estamos expuestos a lo inesperado. Nada es inmune a posibles fallas o pérdidas de rendimiento, y eso también incluye a los servidores. Para algunas empresas, un servidor caído puede ser un desastre menor o incluso mayor.
Pero, ¿cuáles podrían ser las razones por las que esto sucede? ¿Qué puede afectar a los servidores de una empresa de esta manera? Y una vez que eso sucede, ¿cuáles pueden ser las consecuencias? Tratemos de responder a estas preguntas.
Servidor inactivo: pueden ocurrir algunas causas
Los motivos por los que un servidor puede sufrir daños en el rendimiento o dejar de funcionar son tan variados que sería casi imposible recopilarlos en un solo artículo, por lo que nos referiremos a algunos de los más habituales.
-Causas físicas: Accidentes como caídas de un rack o accidentes como incendios o inundaciones pueden causar serios problemas a los servidores.
-Fallas de energía: por supuesto, los servidores necesitan energía para seguir funcionando, por lo que la falta de ella hará que se apaguen.
-Problemas de hardware: las fallas causadas por varios factores, como el sobrecalentamiento, pueden hacer que un servidor se bloquee.
- Problemas de software: También pueden ser de diferente naturaleza. Por ejemplo, pueden deberse a problemas con la base de datos.
-Acciones externas: La presencia de malware o ataques externos también pueden provocar la caída de un servidor.
¿Cómo puede una falla del servidor dañar una empresa?
Cuando hablamos de temas del mundo empresarial, lo primero que solemos preguntarnos es cuál será el impacto económico de un evento. Aunque es difícil establecer cifras concretas -ya que los cálculos dependen de múltiples factores, como la actividad de la empresa o el número de servicios que se ven afectados por la bajada- podemos ver, a modo de ejemplo, algunos de los aspectos en los que un servidor caído puede dañar su negocio.
Pérdida de ventas
Imagina que el servidor que soporta la página web a través de la cual tu empresa realiza buena parte de sus ventas (¡quizás todas!) se cae.
La pérdida del servicio, incluso por unas pocas horas, puede causar mucho daño financiero. Todas las personas que intentarán realizar sus compras durante este tiempo y no pueden realizarlas probablemente optarán por utilizar páginas (las de la competencia) que funcionan. Y no solo eso. Algunas de estas personas, decepcionadas por no poder usar su página, es posible que no vuelvan a hacerlo en el futuro.
Pérdida de productividad
Ahora imagine que el servidor averiado estaba respaldando algunos servicios importantes en su empresa, como algunos programas con los que trabaja su personal. Un servidor caído evitará que sus empleados lo usen durante un período de tiempo, lo que posiblemente obstaculice su trabajo, lo que afecta su productividad.
Además, este tipo de problemas, volviendo al punto anterior, también pueden afectar a tus clientes. Supongamos que el servidor inactivo se encarga del software que respalda la facturación. Deja de funcionar y, por lo tanto, durante mucho tiempo sus clientes también se ven afectados mientras compran. Duele.
Problemas de imagen
El anterior es un ejemplo que, a su vez, también nos ayuda a introducir otro tipo de problemas, como los derivados de la mala imagen que se puede transmitir a los clientes. De hecho, una página web o un sistema de facturación que se estropee no solo afectará al momento preciso en que se produzcan, sino que transmitirá una imagen negativa de la empresa, con todas las consecuencias negativas que ello puede conllevar.
